32. ¿MUFFIK EN BLANCO Y NEGRO O NEGRO SOBRE BLANCO?

La vista del bebé es muy imperfecta después de nacer, por lo que es necesario ofrecerle la estimulación adecuada para su desarrollo. Por eso, en colaboración con Tereza Paverová, fundadora de la marca Negro sobre blanco, se creó un conjunto único, formado por colores contrastados: rojo, blanco y negro. Estos colores son muy importantes para la vista del recién nacido.

Este juego ortopédico, además de desarrollar a la perfección la percepción y la motricidad, desarrolla la vista, la concentración y fomenta la curiosidad. La vista va de la mano del desarrollo de la motricidad del bebé, ya que, si su vista no fuera buena, no podría ver el juguete y ni se le ocurriría moverse o girar hacia ningún lado. Todo está interrelacionado.

Lo más importante son los seis primeros meses de vida del bebé, cuando hay que rodearle del entorno y los estímulos adecuados. Percibe mejor el contraste blanco y negro y a partir de la segunda semana puede percibir el rojo. Por eso, la mayoría de los juguetes para niños de los primeros meses son principalmente blancos y negros con un fuerte contraste rojo. Por tanto, no se trata de un invento moderno, sino de hacer hincapié en el correcto desarrollo de la vista del bebé. También puede ver el amarillo junto con el blanco y el negro, pero los bebés los ven un poco más tarde, alrededor de los 3-4 meses, y deben seguir siendo una combinación contrastada.

Los motivos de este inusual conjunto se han elegido en variaciones suaves para que los niños los exploren y se sientan más cómodos. Puede colocar las piezas delante del bebé en fila para que las toque una a una, o ponerlas al lado del bebé en dos filas para motivarle a girar sobre su eje para explorar las otras piezas con los sentidos. Más tarde, puede repartir las piezas por la habitación para motivar al bebé a gatear. Si pasa el verano en el jardín, puede salpicarlos con agua para que el bebé chapotee y se refresque.

Deje que los bebés descubran los diferentes motivos de las piezas individuales, que les resultarán interesantes no sólo a la vista, sino también al tacto, gracias al contraste. Al principio los observarán y examinarán con los ojos, pero con el tiempo intentarán apretarlos, cogerlos, girarlos y moverlos hasta que de repente empiecen a caminar sobre ellos, darse la vuelta, trepar e intentar dar sus primeros pasos. La ventaja de las alfombrillas ortopédicas Muffik es que a su hijo no se le quedarán pequeñas. Es todo lo contrario. Muffik crecerá junto con el niño, que descubrirá todo lo que puede ofrecerle a largo plazo.
 
Karol Tišerová – Excelente bloguera checa