12. LOCURA NAVIDEÑA CON MUFFIK

Aunque el tiempo no era tan bueno, a menudo estábamos todos fuera de casa y Muffik se utilizaba la mayor parte del tiempo sólo en el babyclub, que a pesar de ser periodo de vacaciones funcionaba a todo motor. Iba conociendo a nuevos niños y disfrutaba de la atención de desconocidos. Pero cuando llovía durante días y no había forma de cansar a los niños, Muffik se usaba a todo motor en casa. 

Twister, balanceo, laberinto, imitación, la cigüeña perdió su gorro, emparejar animales, etc. Nuestra hija mayor, Klaudia, incluso creó con partes de Muffik (el Magic set) un espacio para su "break dance", que apenas había empezado a hacer. La imaginación de un niño es increíble. ¡Y se me ocurrió algo perfecto! 

Soy una persona bastante friolera y en cuanto empecé a tener frío, empecé a pasear sobre Muffik. Así tal cual, de vez en cuando. Esto ayuda a la circulación de la sangre en los pies, a calentarlos y a que empieces a sentir calor. Lo mismo ocurre con las palmeras. Pruébelo. Es un descubrimiento vital para mí... jajaja. Por cierto, el erizo es el mejor rascador y, por tanto, ¡el mejor calentador del mundo! ¡De veras! 

Los llaveros se han convertido literalmente en un "must have" cuando viajamos y o salimos de visitas. En cualquier lugar, en cualquier momento, para cualquier persona, independientemente de la edad de los niños. No paran de pasarlos en las manos y no importa que se les caiga en un charco o en el barro, se limpian o se lavan fácilmente. El llavero... pero también el bebé, por supuesto :-). 

No pasa un día sin que diga la palabra "Muffik". No pasa un día sin que lo toque o me pasee sobre ello. No pasa un día sin que piense en él. Se ha convertido en una parte de nuestras vidas, y me hace aún más feliz cuando recibo un mensaje muy positivo de un cliente satisfecho. 

Me fascina constantemente el entusiasmo de los niños y los adultos. Me divierte ver los progresos de los niños en el babyclub, cuando una niña al principio evita el set de Muffik como si estuviera a punto de caminar sobre brasas, y de repente con el tiempo no le importa en absoluto que esté allí y se pasea sobre ello como si nunca le hubiese tenido miedo. 

También disfruto viendo a un adulto detenerse y examinar cada pieza paso a paso. Compara diferentes superficies con un pie, con el otro, con los dos, y mientras tanto sonríe.   

Muffik es nuestro amigo, queremos jugar con él todos los días. 

¿Y qué tal usted? 

Tišerová Karol